jueves, 4 de octubre de 2012


Eres la última en mi vida
o la primera que amaría

lo sé porque no quiero
bajar donde suspiras

si antes no te llevo
a ver lo que tendrías.

Tú tocas melodías,
donde mi paz calla y te mira

tus senos,
Dios los bendiga

para mí son las colinas,
donde se ora
con el alma de rodillas.

Por ello,
no me enseñes tu blusita

ni cruces las piernas
cuando sonrías

quizá olvido
que eres alma y sacristía

y peco para siempre, niña mía.


Enrique Flores Cáceres.

No hay comentarios:

Publicar un comentario