domingo, 7 de octubre de 2012


Te desea amor mi luz,
pensamiento incrustado
en tus brazos eternos.
Te deseo niña corriendo,
deliciosa en mis lamentos.
Te deseo socorriendo la
sed de mar que tengo.
Te deseo sucediendo,
que la luna está muriendo.
Y ahora amaneciendo,
te deseo bajo un sol que
ha olvidado sus incendios.
Te deseo sin poderes,
con las manos que tú tienes.
Me deseo entre tu mente
ser el dueño de tu frente;
recorriéndote celeste
sin sudores que despierten,
emociones que te crecen.
Porque dormidita hueles,
a lo que mi alma siente.

Te deseo sin nostalgias
sin cristales alumbrados,
con mis pasos y mis ojos
en tu amor desenredados.
Te deseo mientras cuento
los instantes de tu sueño,
yo mi amor voy por el Cielo
veo a Dios en su descenso.
Sabes tú lo que le deseo?
ser el grito de tu pelo.


Enrique Flores Cáceres.

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