domingo, 30 de septiembre de 2012


Cuando vengas a mi cama,

mi alma dirá cómo debo hacerte el amor.


Enrique Flores Cáceres.

Que la vida me de lo que quiera;

no le pido lo que me falta,

porque entonces ya no sería mi vida.


Enrique Flores Cáceres.

Que alguien ocupe mi lugar en el paraíso,

yo encontré la eternidad en tu mirada.



Enrique Flores Cáceres.

Si te mojas de mis versos,

que son besos en tus pechos;

yo provoco en tu deseo,

el diluvio de mi cuerpo.



Enrique Flores Cáceres.

El mal está en la dolosa gestión del bien.

Enrique Flores Cáceres.

Te amo

porque caminas en el aire,

porque siembras en el mar.

Porque tu amor ha dictaminado,

que el hambre de mi hermano,

no llegue a la Eternidad.

(Si no estuvieras donde estás,

amaría intensamente, vivir buscando tu lugar).


Enrique Flores Cáceres.

Perdona si al decirte que te amo,

provoco tu despertar a la vida.

yo no sé cómo se dice, te quería,

sin dañar la paz de tu sonrisa.

___

voy al tiempo, a pedir, una primicia,

que retire mis palabras de tu vida.

( no lo hagas, has llegado al alma mía.

aunque es cierto, que aún respiro

como niña...

quiero el aire, que me das...

cuando me miras...).




Enrique Flores Cáceres.

Sonrío porque la otra alternativa da frío.


Enrique Flores Cáceres.

Cada calle que me habita

Tiene el nombre de una herida.

Pero el alma, el alma mía

Lleva el nombre de tu vida.


Enrique Flores Cáceres.

Yo no digo lo que siento

que daría,

si un noche tú te acuestas en mi vida.

Pero dicen las estrellas, que ese día,

morirías en mi cama, conmovida.

La muerte que te ofrezco, es cosa linda.

Es el grito de la paz y la alegría.

Es cambiar, al dolor, por lo que pidas;

es mojar al océano con tu risa.



Enrique Flores Cáceres.

Yo no digo lo que siento

que daría,

si un noche tú te acuestas en mi vida.

Pero dicen las estrellas, que ese día,

morirías en mi cama y vivirías.



Enrique Flores Cáceres.

El derecho a quererte termina donde empieza

la obligación de no amarte.


Enrique Flores Cáceres.

Bajando a tu alma
como el palomo
al beso de su amada.
Qué silencio de las aves
cuando se aman.

Subiendo a las cumbres de tus plantas,
como el aire al rincón que más le llama.
Así llego a tus tobillos,
recorriendo el reino de tus dedos que bendigo.

Simplemente imaginando tus espaldas;
viendo cómo un hijo, tuyo y mío,
por ese infinito se resbala.
¿Qué más, belleza mía, se puede presagiar, oliendo al alba?

Enrique Flores Cáceres.

A quién le pido

que recoja mi camino;

que expulse de mi aliento,

todo el aire que he tenido;

a quién imploro

ser clavado en crucifijo...

O que vuelvas,

amor mío,

a ejercer

de dueña y reina

en mis versos

y sentidos.


Enrique Flores Cáceres.

Besaba los pies de su amada
Nacían flores de los dedos de la mujer idolatrada
Cristo postergaba su muerte en la cruz, para mañana
La paz de la eternidad contemplaba
Cómo dos adolescentes, unificaban sus entrañas.

Enrique Flores Cáceres.

Lo bueno, amor, de no haber nacido,

es que no vas a morir.



Enrique Flores Cáceres.

Si pinto mi idea,

se pinta tu cara.


Enrique Flores Cáceres.

viernes, 28 de septiembre de 2012


Qué rosa tu pelo, 

qué rostro tu cara, 

qué rumbos tus muslos, 

qué olor tu mirada. 

Sin embargo, niña ufana, 

lo que sacude mi alma, 

es ver al candor de tus pies, 

caminar en mi cama.



Enrique Flores Cáceres.



jueves, 27 de septiembre de 2012


Cóctel de palomas
Cóctel de luceros
Cóctel de refugios
sin gotas de viento.

Cóctel donde el hombre,
es hombre de nuevo.
Besando tu falda,
mojando su cielo.

Enrique Flores Cáceres.




¿Dime si un día vendrá
donde la noche y su voz
digan un verso a tu amor
estando Dios ascendiendo
desde su cielo a tu olor?


Enrique Flores Cáceres.

Voy adorarte de nuevo
Tus genitales fanales.
Que me rasguñen el cielo
Sólo tú vienes primero
En cada instante del tiempo
Hacerte el amor, sacramento,
Es confundir lo que siento
Millones de años viviendo,
Con un segundo en tu cuerpo.


Enrique Flores Cáceres.

Con los pies de mi niña
en mis manos.
Su cintura bailando
donde más la amo.
El destino se hace
adolescente mayor,
porque el orgasmo
de ella y el mío,
dan vida a los océanos.

(no nací para ser
uno en tus labios.
existo para caminar
en tus pasos).


Enrique Flores Cáceres.

Quién desee mi lengua

que desee mi verbo.

Quién desea mi voz,

que camine en mi alma.

Quién sienta abrirse su clítoris,

pensando en mi mirada,

sabrá que la luz de mis sombras la ama.

Enrique Flores Cáceres.

No horadaré tu alma,

ella ya atravesó a la mía.

Enrique Flores Cáceres.

miércoles, 26 de septiembre de 2012


No sé si vivo aquí en la tierra
o el infierno me cruza con su estrella.

Sólo sé que olvido que me pegan,
cuando siento, tu alma en mi vereda.

Enrique flores cáceres.

Los pies de una mujer.

Los dedos de los pies de una mujer.

Las plantas de los pies de una mujer.

Los empeines de los pies de una mujer.

La plataforma eterna de los pies de una mujer.

Los talones de los pies de una mujer.

El alma de los pies de una mujer.

El camino de la salvación, a través de los pies de una mujer.

Yo gozando la plenitud de mi libertad, debajo de los pies de mi mujer.

Enrique Flores Cáceres.

Toca el piano de tu alma

notas de amor en mi vida.

Guardo silencio ante el tiempo

que me desabriga.

Tú no estás, lejana mía.

Dios me sugiere que le pida tu sonrisa.

No lo haré, porque el amor no se mendiga.

Enrique Flores Cáceres.

En mí brillas, Amada.

_________

Brillan cual estrellas
En noches límpidas
Las ansias de mi alma
Cuando a lo lejos
Sus ojos contemplan
Tu sonrisa que se acerca, vida mía.

Tiemblan de amor
Mi anhelo y cada gota de sangre, que tierno fuego impulsa
Cuando tus mejillas, de pétalos floreciendo
Le regalan a mis labios el placer incomparable de sentirlas.

Enrique Flores Cáceres.

Si vuela mi ave

se moja tu braga.

Si pinto mi idea

se pinta tu cara.

Si escribo en un vientre,

tu grito se alza.

Si subo hasta el aire,

encuentro tu alma.


E.F.C.

Tu falda es mi falda,

lo grita mi alma.

E.F.C.

Si muere mi alma,

tu alma se salva.

E.F.C.

Me gritan que que grito,
que sos infinito;

que cambio el destino,
que yo en ti bendigo;

las horas que pasan
te llevan en andas,

al reino que tienes,
durmiendo en mi alma.


Enrique Flores Cáceres.

martes, 25 de septiembre de 2012


Me gritan que que grito,
que sos infinito;

que cambio el destino,
que yo en ti bendigo;

las horas que pasan
te llevan en andas,

al reino que tienes,
durmiendo en mi alma.

Enrique Flores Cáceres.

Pia V. P. se ha ido. Y ha hecho bien.
_____________________________

sin ti lo que ha muerto
ha muerto del tiempo
su sombra en el cielo
Dios llora por ello
tus pies y sus albas
se han ido de mi alma
la calma se marcha
murió tu mirada
le digo a la nada,
que nada me abraza
los años que vengan
no toquen mis huesos
no quiero mis sueños
ni un beso del beso
el mundo no es mundo
ni yo quien le veo
el cirio es incienso
incienso, tormento.

cariño te quiero,
ya sos mi recuerdo.
me miro la mano
le falta tu pelo
no quiero ser hombre
en otros deseos
mejor me retiro
cual Dios, al desierto
y bebo en tu nombre,
tu agua que pierdo.

yo muero primero,
segundo y tercero;
pa/ ti lo que espero,
lo siembro en el viento.
cariño ya muero,
ya muero diciendo,
que si algo me pudo,
se ha muerto en tu suelo.

Enrique Flores Cáceres.

Me gusta su alma, señora;

dormirme debajo su rosa;

mirar cuando quita la ropa;

olerla, hasta sentir que ella llora.

___

Me gusta besarla en la boca;

dejando en sus labios, el verso que toca.

Galoparla, señora, cruzar las auroras,

llevarla de nuevo a su alcoba.

Enrique Flores Cáceres.

Si toco tu fruto,

tú cubres al tiempo.

si me hundo en tu cuerpo,

comprimes al viento.

si ardo en tu templo,

hay lluvia universo.


Enrique Flores Cáceres.

Yo soy lo que habita
debajo del agua
besando tu risa.

Mi andar es tu alma;
mi grito, plegaria,
diciéndole a Cristo,
que me ames o parta,
a un sitio sin sitio,
sin madre, sin padre, sin casa.

Si no eres mi vida,
si no eres mi muerte;
si no eres la luna,
el sol,
el poniente,
que hace mi historia,
mirando de frente.

Hoy cruzo la muerte,
y la muerte no es muerte;
no es cielo, no es vientre;
no es limbo, no es nada
que dijo la gente.

Tú estás sin estar,
en un mundo celeste;
no basta encontrarte
en la paz de mi mente.

Deseo tu ojos,
que huela tu braga,
decirle a tu alma,
lo que me sucede;
debajo del agua,
sin dicha,
sin suerte,
sin nada que suelte,
el olor que tú tienes.

Estoy en la esfera,
dónde los amores,
no existen, siquiera;
el ángel me mira,
le dice al de Arriba,
que lloro por niña.
responde el supremo,
que nada me diga.

No pudo su Mano,
quitarme tu vida...


Enrique Flores Cáceres.

Sabes que te adoro.

Tú nunca has venido.

Yo te sigo adorando.

(Nadie dice porqué te adoro.

No hablo con mis ojos.

He roto relaciones con mi mente.

Sólo sé que mis manos ya no escriben versos.

Ahora sólo pintan tu nombre).


Enrique Flores Cáceres.

Sé que algún día tus talones me van a llamar.

E.F.C.

Le digo al deseo
que no le deseo

he visto a una niña
más linda que el cielo

no quiero un segundo
vivir en el tiempo

si ella camina
lejos de mis suelos

Enrique Flores Cáceres.

A Dios le recuerdo

que un día sereno,

bajé de mi Cielo,

a este universo.

___

La cosa se ha puesto

peluda en sus suelos.

Que venga arreglarla,

o me lleve de nuevo.


Enrique Flores Cáceres.

Adoro tus pies

y venero tu alma.

Por eso el inquisidor,

me lleva a la plaza.


Enrique Flores Cáceres.

Amo escribir versos, pero ahora sí el compromiso con la editorial llegó a mi yugular y debo acabar la novela cuya sinopsis colocaré aquí, no sé cuándo.

Mi último escrito antes de meterme de lleno en la novela, lo dedico a los ángeles de mi vida, mis hijos Manuel y Daniel.
A ellos no les gusta que les ame así, pero es que yo no pido permiso para querer.

A los que viven en Lima (una de las tantas y lindas capitales de mi patria, América Latina) les sugiero que pidan y compren panetones en la dirección que aquí dejo.
Si lo hacen, estarán ayudando a una niña que desea ver para leer y escribir poesía.

FIJO : 4273899
CELULAR : 993246200
O AL E-mail : gymamungui@hotmail.com

A todas las mujeres, un besito en los pies.

___

Manuel es el arte, Daniel, como el aire.
________________________________

Se duerme mi alma
debajo de nadie,
encima de nada.

Mis ojos no hablan
mi voz ya no mira
mis sueños habitan
donde aire no silba.

Camina el destino
yo ya no le sigo,
las cosas que dice,
no son lo que digo.

Mi anhelo es secreto,
sin hembra ni beso,
son niños que un día,
colmaron mi cielo.

Se llaman mi sangre,
mis manos, mi credo;
el día que el día,
amó al lucero.

Mañana se ha ido,
a un campo muy frío,
adora mi nombre,
me ofrece su limbo.

Se acerca a mis labios,
encuentra camino.
Repasa mis ojos,
mi alma, mi ombligo.
Me ofrece ser mar,
estrellas y olvido.
Le digo que un real,
vale lo que he sido.

Enrique Flores Cáceres.

lunes, 24 de septiembre de 2012

Si tengo miedo a morir,

es porque no he sabido existir.

___

La muerte será virgen

hasta que se encuentre conmigo.

____

Te amo como lo sientes.

Sin embargo, más que amarte,

amo adorarte.

____

Sí, te adoro.

Duermo emocionalmente en tus pies,

rodeado por tus deditos, mis estrellas.

____

Mi novela va bien,

estoy en la parte en la que te hago el amor.

De tu orgasmo sale un grito, que apaga a la luz del sol.

De tu vientre, una niña, con el olor de tu voz.

____

No te regalo nada,

al nacer elegí la libertad de ser tu esclavo.

¿Soy un idiota por ello?

Vale, no sirvo para ser otra cosa.

Hoy te tocaré
con el alma de mi cara

Con las estrellas que sorprendo
recorriendo tu ventana

Después volaré donde el aire
llegará cuando me vaya.

Enrique Flores Cáceres.

Ayer soñé contigo.

Hoy amaneció mi almohada,

dulcemente atravesada.

Tuya es la patria de mi tierra,

pero, sobre todo,

la eternidad de mi alma.

Enrique Flores Cáceres.
Si fuera verdad que ella me quiere, la llevaría más allá del primoroso espacio celeste, para ofrecerle el lugar, en el cual, antes que mi destino se eche a andar, sembré mi suerte.
________________________

Amaré lo que enciende tu sueño,

donde el sol viste a Dios en invierno.

Junto al mar, donde nadan los cielos,

en la paz de un capullo en ascenso.

___

Te amaré donde está mi silencio,

allí oré imaginando tu cuerpo.

Sin hablar, sin hacer juramentos;

porque estás más allá de lo eterno.

___

Te amaré en un lugar que no encuentro,

porque amar es perderse del tiempo.

Te amaré en la nada que anhelo,

para estar sin llegar al recuerdo.

Enrique Flores Cáceres.

Yo no entiendo lo que pasa
cuando pienso en tu mirada
las estrellas que me hablan
siempre dicen que las amas.

Enrique Flores Cáceres.

En el fondo de mi frío
donde el aire es tu suspiro,
hoy le canto a Dios y digo
que tu nombre es lo que pido.

Enrique Flores Cáceres.

Inmortalidad acuosa.

Desde tu ser, 
tus bragas no 
me interesan;
porque entrando
en tu piel de seda,
que me embelesa,
nace en mi
sombra y su paz,
maravilloso afán,
de ser luz en tu
pensamiento
inmortal.

Sin embargo
Entre tu piel de seda
Y lo que de la mía queda

El Invierno se escapa
Porque un Sol ardiendo se acerca

Imagino tu abrazo quemando..
Yo, por nosotros mojado, filosofando

Qué sería estar juntos bajo un manto?
Él bebería contento, lo que vamos derramando.

Enrique Flores Cáceres.

Mujer, usted es el universo:
______________________

Usted es quien me busca
usted es quien me olvida
usted es quien me besa
usted es quien me mima.

Usted es el mañana
el cielo de mi vida
usted es la ventana
del tiempo que me mira.

Usted es lo que digo
camino del delirio
su nombre me da frío
sus manos son mi abrigo.

Sus pechos lo que pinto
sus ojos el alivio
rosales donde vivo,
momentos infinitos.

Usted es lo que pido
al Dios que está conmigo
su aliento es lo que entiendo
por aire, por cariño.

Usted es ese lirio
que siendo sólo un niño
imaginé subiendo
como hombre en mi destino.

Usted es toda mi alma
entienda que me falta
derrámese en mis ansias
delinee mis entrañas.

Será usted el agua,
arando mis desiertos;
sembrando lo que amo,
poner en su ventana.

Enrique Flores Cáceres.



Cuánto olor a Dios mío,
porque dice tu olor,
que te estoy bendiciendo,
con mi leño de amor.

Enrique flores Cáceres.


Muero porque te quiero.

Pero vendré por las noches,

rompiendo los destinos del tiempo,

para llenarte del inmortal delirio de mi aguacero.

Enrique Flores Cáceres.
¿Dónde vivirá, la muerte que me espera? ¿De qué color será, el calzón de sus estrellas? Yo sé que me amará, con ternura de doncella. Que sabe lo que hay, en el fondo de mi tierra. E.F.C.