Con los pies de mi niña
en mis manos.
Su cintura bailando
donde más la amo.
El destino se hace
adolescente mayor,
porque el orgasmo
de ella y el mío,
dan vida a los océanos.
(no nací para ser
uno en tus labios.
existo para caminar
en tus pasos).
Enrique Flores Cáceres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario