Me gusta su alma, señora;
dormirme debajo su rosa;
mirar cuando quita la ropa;
olerla, hasta sentir que ella llora.
___
Me gusta besarla en la boca;
dejando en sus labios, el verso que toca.
Galoparla, señora, cruzar las auroras,
llevarla de nuevo a su alcoba.
Enrique Flores Cáceres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario