viernes, 26 de octubre de 2012


Una tarde dormí en tu pelo;
besé tus pies, allí sentí lo eterno
desde entonces,
no soy yo, lo que yo siento.

No es el aire, no es el tiempo,
ni el hambre doloroso
que se extiende
por todo mi universo.

Eres tú, tan honda tú,
recorriendo los instantes,
que aún no tengo.



Enrique Flores Cáceres.

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