Ya no quiero,
llorar si no te veo,
porque vivo,
llorando todo el tiempo.
Así duele, amarte si el lloviendo,
es el alma, que cae de mi cielo.
Yo prefiero, morirme, rostro bello,
y perderme de tus ojos, mundo eterno;
digo al cielo que me aparte de su velo;
si aun muriendo, no te tengo ni te veo.
Enrique Flores Cáceres.
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